Asi, que en la empresa se pusieron manos a la obra, y comenzaron sumergiendome en una serie de disolventes adecuados para eliminar todos los restos de carbonilla y almidón que tenía pegados. Tras lo cual, me lavaron con un chorro de agua a presión, esta vez, para quitar cualquier residuo de disolvente:
Una vez que todos los restos de disolventes fueron eliminados, me introdujeron en una cámara de secado, donde a base de calor, evaporaron el agua que pudiera quedar. Una vez completamente seca, me llevaron a la cabina de pintado, donde tras darme una capa de imprimación para lograr un mayor agarre, procedieron a pintarme con una capa de silicona alimentaria:
Tras la capa de silicona, volvieron a meterme en la cámara de secado, esta vez para que la silicona se adheriera mejor al ser calentada. Y tras todos estos procesos mi nuevo aspecto es este:
¡¡Y ahora ya estoy lista para ser usada de nuevo!!
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